Carta de Amor

He decidido escribirte una carta de amor. Por supuesto nada cursi, y espero no sonar repetido.

Quiero comenzar diciéndote lo mucho que eres para mí. Cada día que paso a tu lado me enseñas que estar enamorado es lo más cerca que puedo estar del cielo. Los días están llenos de sorpresas y de detalles que me hacen sentir en un mundo irreal, en el que sólo tú tienes la llave. Me has enseñado a amar, o mejor dicho, juntos hemos aprendido a darlo todo por la otra persona y es tan maravilloso, que has sido tan buena profesora como alumna.

Estás en mi mente todo el tiempo, eso no lo puedo negar. Si tuviera que decidir entre perderte por completo o que formaras parte de mi cuerpo, le pediría al mundo entero que fueses un pulmón, porque estarías ahí siempre constante, demasiado importante, y además te llevaría todo el tiempo conmigo y estarías hasta el último momento.

Pienso en tí inclusive cuando no pienso en nada. Te beso mientras sueño, y sueño mientras te beso. Sueño en lo grande que siento por tí. Ese momento en que nuestros labios rozan es mágico. Tan simple como tenerte junto a mí, en ese momento estoy completo.

Al escribir estas líneas lo único que me provoca es escribirlas en tu vientre. Con un lápiz de seda, demorarme al escribir cada letra. Ponerme creativo y escribir mil cosas de tí. Pero me conformo con el papel, al menos por ahora.

Me vuelves loco tal como eres. Eres simplemente diosa (como la canción). Por ti lo doy todo y hasta más. Contigo para cualquier lado, estoy dispuesto a todo. Mientras más lo pienso, eres la mujer ideal, mi abecedario, mi cariño, mi niña, mi mejor regalo, tú.

Para cerrar, sólo dos palabras: Te Amo.

Off

Lo rojo ha dejado de ser rojo. Lo negro ahora es blanco y lo blanco tiene personalidad propia. El niño jesus trae Ipods. Las neveras pueden conectarse a Internet. Los monitores de plasma ya no están de moda. La banda ancha se hace cada vez más angosta.

Los semáforos tienen cámaras. Las cámaras tienen reproductores mp3. Los reproductores mp3 traen celulares y se ha vuelto más común que el aire. La música que estás escuchando en este momento, la puede estar escuchando un sueco en Indonesia mientras espera el tren. Los vecinos hablan por mensajería instantánea, en vez de abrir la puerta.

Somos más perezosos, de hecho, ya hay una máquina que es perezosa por nosotros si nos da pereza ser perezosos. Hay máquinas que inventan máquinas e inclusive hombres. Celulares que reemplazan a ejecutivos. Tomates que ya vienen picados, y cucharillas que los acercan a nuestras bocas en caso de que tengamos algún problema en hacerlo. Lentes de sol que nos recuerdan la lista de compras, si nos vemos en la obligación de levantarnos, o el Internet o la página del automercado falle, abrir la puerta, pulsar el boton del ascensor que nos lleva inmediatamente hasta el carro, conducir, bajarnos, y hacer las compras.

Todo aquello que podamos imaginar en algún momento existió, existe o existirá. Cuestión de paciencia para aquellas que vienen en camino, o si nos da mucha pereza inventamos una máquina que espere por nosotros. Más sencillo imposible

Sé que está repetida la idea, demasiado diría yo... pero, ¿quién manda a quién?. Claro, responderán los más osados: existe el botoncito que dice "off" (inclusive en las máquinas que hacen los españoles, o sin ir muy lejos, las de los venezolanos dicen "off".. de hecho, las primeras palabras que aprendieron los de mi generación fue "on / off", en vez del popular papá).

Sí, por supuesto que existe ese botón, pero, ¿cuántos de nosotros estaríamos dispuestos a pulsarlo?.

Me faltó una: Los chicuelos tienen blogs y hacen post cada vez más cortos, ridículos y sin sentido. Perdón, mejor sigan leyendo el de abajo!.