lunes, 15 de diciembre de 2008

Crónica de muerte lenta (Parte II)


Estaba cayendo la tarde. Poco a poco, el sol desaparecía detrás de los cocoteros. Me distraje de nuevo en otras cosas, y cuando quise buscarla, se había ido.

-¡Hey mira! ¿y ellos se fueron?- pregunté casi gritando.
- No, ya vienen-

Suspiré, pero no duró mucho. Cuando aparecieron empezaron a despedirse.

(Coño.. necesito el teléfono de esta chama. ....Mierda no tengo el celular acá, lo dejé en el bolso. Coño tengo que apurarme se están despidiendo.. verga no, qué descaro llegar con el telf en la mano... coño pero dónde lo meto, el short está mojado.. aaah qué carajo!.. coño ahí viene.. )

-Bueno chaito pues-
-Bueno dale que el niño Jesús te traiga muchas cosas bonitas y que la pases super fino-
-Igual para tí vale, un abrazo, por cierrrto.. me gustari..

(Cooooñooo.. no me jodas... )

- Bueeeno chaooo, espero que la hayan pasado super bien-
- Sii, claro que si, feliz navidad mi amor-
-Feliz navidad igual, señora, ¡que la pase sabroso!-

(ME JODÍ.... coño me jodí... se fue.. la chama se fue... cooooño!)

Desconsolado, traté de pensar lo más rápido posible. Rogué por conseguir algo que se les hubiese quedado, miré para todos lados. Mi reacción fue caminar hacia donde se había ido. Y justamente volteó hacia donde yo estaba. (vergaaa que leche). La llamé con la cabeza y se regresó hasta donde me había parado.

-Oyeeee, ¿me das tu número de telf?- pregunté
-Ok dale.. -
-Finooo, dale, chaito, pasala sabroso y trata de no estudiar tanto-
-Chaoooo-

Perfecto. Me sentía como Tom Cruise al final de Misión Imposible I, II y III. Hasta ahí estuvo todo bien.

Pero...
(... tengo unas ganas de mear arrechísimas... me toca hacerme el paisa y meterme detrás de la matica.. ).

La vida a veces abre unas puertas y cierra otras. Justo cuando estaba orinando placenteramente, pasó la camioneta donde iba ella, exactamente a un lado donde yo estaba...

El destino jugó sucio conmigo, y jamás sabré si ella estaba mirando hacia ese lado...

Crónica de muerte lenta (Parte I)


No puedo decir que fue amor a primera vista, pero si puedo decir que me llamó la atención una chica que llegó derrepente al lugar donde estaba reunido con unos amigos.

Aún recuerdo las primeras palabras que crucé con ella, cuando por casualidad sacó de su bolso un Ipod con unas cornetas y nos resolvió el dilema de la música, al menos hasta que se acabara la pila.

- ¡Qué finas esas cornetas!, ¿dónde las compraste?-
- Las compré en Margarita... o no, ya va, las compre en... sí, sí, las compre en Margarita-
- Están bien de pinga, yo quiero comprarme unas así, porque en estos días me compré un Ipod y ando fiebrúo-
- ¿Sí?, qué chévere, lo bueno de esas es que se adaptan a todos los tamaños-
- Coño qué bien, qué funcionales-

Me hice el loco y me alejé. Me distraje hasta que cruzamos un par de miradas. En eso, a mis amigos les dio por jugar tenis de playa... y yo, para no hacer el ridículo jugando, dije que iba a ser el árbitro... para hacer el ridículo a mi manera.

Después de entrar en calor con el juego, llegó el momento echarnos un chapuzón en la piscina. Todos al agua. Todos, y ella no entraba. No es que estuviese pendiente.

- Disculpa, pero la piscina para niños está allá, no querrás que te pase algo y tenga que venir alguien a ayudarte-
- Sí, eso vine a decirte, no es bueno que estés acá con los adultos. Vaya, vaya-
-Las reglas de la piscina dicen que en ésta sólo pueden entrar las personas que midan más de metro y medio.

Me hice el loco. Me le acercaba cada cierto tiempo, pasaba frente a ella silvando y viendo hacia arriba. Hasta que en un momento me djo que tenía hambre, y en eso, me explotó la cotufa que tenía en el cerebro. Me salí de la piscina.

-Ya vengo, voy a traer algo de comer, que yo tambíen tengo hambre- (claro, claro)
- Ah bueno si vá-

Cuando iba caminando de regreso con los dos platos, uno full de queso y otro lleno de doritos, me di cuenta que sería demasiado evidente. Intenté devolverme pero iba a quedar como un loco, más de lo normal. Tenía que pensar rápido.

- Aquí tienen, LES traje queso y doritos pa' que no digan que me porto mal con USTEDES- Le puse ambos platos primero a ella para que agarrara, y tuve que repetir lo mismo con todos los que estaban en la piscina.

Regresé y volví a parecer indiferente. Al rato, hubo un cruce de miradas. Esta vez estaba al lado de su intimidante papá, y giré rápido la cabeza hacia otro lado, porsia las moscas.

Poco después nos acercamos y se dió el momento para conversar a solas. Ambos nos enteramos de lo que hacíamos y porqué habíamos terminado ahí ese día. La hice reir, mientras intentaba no decir ninguna estupidez, aunque fuese por cinco minutos. Yo seguía dando palmadas anónimas bajo el agua, cuando nos llamaron que la parrilla estaba lista. Todos a comer. Esta vez no vi cuando salió, porque el hambre nublaba hasta los pensamientos más perversos, pero puse mi sillita estratégicamente cerca de donde estaba sentada, de nuevo, haciéndome el loco.

Se me hacía imposible picar la carne dura con el cuchillito y el tenedor de plástico que nos dieron así que dejé que se deslizaran por el plato hasta caerse, inocentemente, para no tener excusa de agarrar la carne con la mano. Te pareció gracioso que se me cayeran ambos cubiertos. Gracias.

Justo ahí me di cuenta que no tenía nada para tomar, y ella tenía un vaso lleno de refresco en la mano. De nuevo, cruzamos miradas, y puse una cara desoladora por no tener nada de beber. Me ofreció su vaso tiernamente, y le hice señas que al terminar me acercaría hasta donde ella estaba comiendo.

Fue cuando apareció, casualmente, su mamá, ofreciéndonos a mí y a un amigo refresco. Iba a decirle como Sanz: te lo agradezco, pero no. Me iba a inventar unas de las mías: que soy alérgico al refresco, que me cae mal, que estoy a dieta. Estuve a punto de decirle que ya su hija me estaba guardándo el mío. Pero obviamente acepté, y mi amigo, ni corto ni perezoso, también.

Comimos sabroso y de pronto empezamos todos a bailar. No es que estuviese pendiente, pero vi que se había quedado sentada viéndonos. Fuí hasta donde estaba, esta vez sin rodeos ni pelos en la lengua, para invitarla a bailar.

Bailamos sabroso tambíen. Me preguntaste si lo mojado de mi cuerpo era porque estaba en la piscina. Afortunadamente, sí. Suspiré.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Somos Hugo y yo


Hablemos claro. Puedes sentarte de ese lado de la mesa, yo me siento de este otro; pero hablemos claro.

Te considero un ser inteligente y perseverante. Lo has demostrado desde que llegaste al poder en 1999. Te considero además un oportunista, porque llegaste justo en el momento en que tu país se ofrecía más vulnerable, cabizbajo, y abriste un camino distinto en el cual creyeron muchísimos venezolanos, casi todos.

Te convertiste en una figura con mucho poder, pero no te fue suficiente y utilizaste todas las que tuviste a tu alcance, para constituir un gobierno dependiente de tí mismo. Lo suficientemente sólido para cubrirte las espaldas con varias personas que brincaron el río y se vistieron de rojo; pero también otros más sinceros y escasos, que creyeron en tu camino y aún están dispuestos a defenderlo a capa y espada.

Después de eso, empezaron a caer las promesas. No te miento, hablemos claro. Dijiste que te ibas a cambiar el nombre si quedaba algún niño en la calle, me prometiste limpiar el Guaire, me prometiste el fin de la corrupción y te aplaudí, el punto final para la pobreza extrema, que ibas a cambiar la realidad del país... y puedo seguir. Pero eso digamos no es lo más "grave", sino que NO me dijiste que ibas a cerrar un canal porque no pensaba igual que tú, NO me dijiste que ibas a manejar la asamblea y los fondos de dinero a tu gusto, NO me dijiste que ibas a cobrar y a darte el vuelto, NO me dijiste que ibas a dividir mi país y a proteger a los malandros... NO me dijiste que ibas a hacer lo que te diera la gana. Entonces, como podrás ver, las cuentas no han estado claras.

De eso te culpo: de hacer lo que te dé la gana y de permitir que tu gobierno sea de comiquita, de balurdos, de títeres. No me digas que no, porque tú mismo los hiciste. Son creados por tí y tienen tu conciencia. Ninguno en su sana naturaleza se atrevería a contradecirte.

Te culpo de engañar a muchos venezolanos, quienes se rinden ante tus palabras porque han creído, creen y creerán en tí por mucho tiempo, y tú ahí tranquilo sin cumplirles, preocupándote sólo por quedarte indefinidamente a la cabeza de este país. Y es aquí donde entra el asunto que me desvela, y me permito iniciarlo preguntándote: reelegirte indefinidamente ¿PARA QUÉ?.

¿Para que continúe la desidia de tu gobierno por muchísimo más tiempo?, ¿para cortar eternamente las vías de desarrollo más básicas que tiene una sociedad?, ¿para que te inmacules ante el mismo pueblo que pisoteas?... Me dirás tú que no, que estoy equivocado, que quieres cambiar la constitución para que Venezuela prosiga en su camino revolucionario y de ahí pasarás a decirme que tú, humildemente, te propones como el ser más capaz para llevar las riendas de Venezuela en ese lindo, mejor dicho, bellísimo trecho que hay desde donde aún estamos (a pesar de tus bien ganados 10 años) hasta donde nos esperan unas dulces doncellas socialistas con uvas en la mano y abanicos para echarnos aire.. y aquél petróleo por los aires.

Entonces, propongo no preguntártelo a tí, porque sé DE MEMORIA tu respuesta. Propongo preguntárselo a la señora ama de casa que consigue todo muchísimo más caro para hacer las hallacas, al mecánico que no puede continuar con su taller porque el control cambiario lo deja frito, al señor del kioskito que lo han robado como 4 veces en el año, a la secretaria que tiene que echarle un camión de bolas para llegar sana y salva a Guatire, a los que hacen justicia en este país y no han muerto en el intento, a los de aquél pueblito que sufren día a día las inclemencias del clima y no tienen a nadie quien vele por ellos, a las madres de los chamos que han muerto mientras daban sus primeros pasos en la delincuencia, a los que trabajan en tu gobierno y se quedan callados para no perder su trabajo, en fin... a todos preguntarles ¿PARA QUÉ ACEPTARTE INDEFINIDAMENTE?

Y estoy seguro, no es pesimismo, que habrán muchísimas personas que aplaudirán tus intenciones. Porque también es parte del venezolano hacer lo que le de la gana, porque aún existe muchísima gente que celebra EL PAN DE PIQUITO, porque aún somos inmaduros y preferimos unos riales en vez de seguridad social, porque hay gente que saltaría de felicidad con tu mandato eterno para poder seguir siendo HONGOS DE LA SOCIEDAD. Y a ellos, mis más sinceras palabras de condolencia.

Por eso queda de tu parte decirme cuándo y dónde. Y estoy seguro que nuevamente los venezolanos nos levantaremos tempranito y estaremos en las colas echando vaina y jodiendo, para llegar a las urnas y expresar nuestra voluntad. De hecho, ya hasta le agarré el gustico a las elecciones. También queda de tu parte empezar a comprar conciencias, a volverte loco. Por supuesto, quedará de mi parte ir a la máquina y pulsar NO... una, dos, tres, cuatro veces.. LAS QUE QUIERAS, hasta que se dañe la máquina.

Y ese día los venezolanos respiraremos profundo. Tomaremos una bocanada de aire para hablar lo más fuerte posible.

Ese día... hablaremos MUY claro.


Addenda: ¡Qué fácil se me hizo hablar con Hugo vale!, de verdad. Espero que les haya gustado. También espero que de alguna manera traten de llevar este mensaje a todos. Nos merecemos algo mejor y aprobar la emienda sabemos que no es el camino. Además, espero que éste no sea el último post del año. Mil gracias a todos.