F: ¿Qué significa tener un blog hoy en día?.
H: Tener un blog es como tener un terreno virtual. Es un pedacito dentro de ese gigantesco mundo llamado Internet. Un terreno cercado donde puedes colocar cualquier cosa dentro e invitar a tus amigos a que entren y las vean. Es un espacio que te brinda libertad de expresión a todo dar y eso hoy en día es demasiado importante.
F:¿Qué es lo más difícil de tener un blog?.
H: Abrir un blog es demasiado fácil. De hecho, no te tomaría ni 5 minutos ser el dueño de uno. Todo el mundo puede hacerlo y el único requisito que yo veo, es que debes saber manejar el mouse. Ahora, lo más difícil de tenerlo, es mantenerte vivo a través del tiempo. Para ser siempre interesante debes tener siempre información actualizada, que atraiga a la gente. Sé que parece tonto, que la gente hace click ahí y ya. Pero ganarse ese click es medio peluo, y aún más pelúo es que vuelvan a hacer click. ¿Me entiendes? El hecho de mantenerse con lectores a través del tiempo es lo que más me ha costado. Por eso aprecio tanto cuando alguien me dice que le mostró el blog a un amigo.
F: Me imagino que abriste el blog para distraerte o divertirte. Además de eso ¿qué es lo más gratificante de tener una bitácora como ésta?.
H: Sí, abrí el blog para divertirme, pero sobretodo porque me gusta distraer a otros. Es algo que disfruto. De allí viene lo más gratificante de este asunto, el saber que lo que yo aquí publico entretiene a la gente. No tienes ni idea lo bien que se siente cuando alguien me dice que le ha gustado un texto. No sólo eso, también cuando me critican, es super gratificante. Es crecer día tras día. Es motivarte a seguir escribiendo y hacerlo mejor cada vez. Definitivamente estoy orgulloso de lo que he logrado, el primer fan de mi blog soy yo mismo.
F: ¿Dónde aprendiste a escribir?.
H: Con esa pregunta acabas de matar un post del blog, porque tenía pensado escribir sobre cómo aprendí. La historia comenzó en bachillerato, con un profesor de Castellano fuera de serie. Su nombre es César Velásquez. Desde el día de mi graduación no he sabido más nada de él, pero dejó en mi muchas cosas buenas, entre ellas, la pasión por la buena literatura. Las clases con él eran totalmente distintas a las clases que te puedes imaginar de Castellano. Un día llegaba al salón siendo un personaje... y se paraba en el medio a decir un monólogo, tal vez improvisado. Le encantaba el teatro, bueno, en general, amante de las artes y de las letras. Al mismo tiempo que nos daba clases, también se dedicaba a dirigir su propio cortometraje llamado "Alas de Plomo", del cual no supe más nunca. Sé que lo llegó a grabar, y sé que adquirió fama local dentro del medio. De aquellas clases vienen mis aires de escritor, cuando nos daba unas pocas frases y nos pedía que hiciéramos una historia a partir de allí o un ensayo. Recuerdo que hice como mil ensayos. Estuve todo bachillerato escribiendo, y al graduarme sentí que no podía dejar de hacerlo. Nos enseñó a ser críticos con fundamento. A ver la vida como una historia muy larga, de amor, de terror, de lo que fuese.
F: ¿Qué le dirías si lo tuvieses enfrente?.
H: Le diría: "Gracias al ocio y a lo pelúo que fuiste: mira lo que hago ahora!" Bueno, en realidad, creo que me daría pena mostrarle el blog. Pero sería la cosa más interesante del mundo... ver cuánta nota me pone.
F: ¿De dónde sacas las ideas para los textos?.
H: Mucha gente me pregunta lo mismo. Es una gran mezcla. Son mentiras con verdades... experiencias mías con experiencias de otros. Constantemente estoy pensando en qué escribir, en situaciones cotidianas, en personajes llamativos, cosas así. Hay textos que salen muy rápido y hay otros en los que estoy semanas enteras sin saber cómo terminarlos; o capaz tengo el final y no sé cómo comenzarlo. La creatividad no es todo el tiempo la misma. Sin embargo, la totalidad del blog es creación mía. Aunque confieso que en un famoso blog español existe un texto parecido a "De predicciones". Del resto, son cosas que se me van ocurriendo. Hay momentos en que debo reprimirme los ataques de escribir cosas personales que me pasan. Siempre me reprimo porque odio los textos tipo "Querido Diario... hoy fulanito me dijo que era feo y todos se rieron". Detesto leer algo que me cuente lo que hice esta tarde, o cómo resultó aquel almuerzo... o si la chica me paró bolas. Son dos cosas distintas: contar una experiencia y usar un blog como si fuese un mal amigo. Y cuando lo haga, sabrán que metí la pata.
F: ¿Cómo ves a Gracias al Ocio en el futuro?.
H: Me gustaría verlo con más lectores. Con cosas nuevas, con nuevo diseño. Con publicidad. Me encantaría verlo con textos que den risa y sobretodo con muchos comentarios. Lo veo más viejo, más grandecito y maduro. Pero lo veo bien.
F: ¿Y al autor?.
H: Buena pregunta. Al autor lo veo barbudo, gordo, dormido en una silla con una botella de ron. (risas). En verdad, me veo dedicado en mis otras cosas, sin dejar de lado mi más grande tarjeta de presentación, que es Gracias al Ocio. Comprometido con este saperoco.
H: Hay una cosa que me quita el sueño por las noches. Me llama demasiado la atención hacer un cortometraje. Filmar algo con sentido que quede súper bien, no algo mamarracho. Pero he sido un cobarde y no me he atrevido a nadar en aguas que no conozco. Cobarde, no tengo otra palabra. A veces sueño con estar filmando una escena, o con ver algo en la pantalla que yo he creado, eso me pone los pelos de punta. Entonces me pongo melancólico y hace que me pregunte muchísimas cosas. También estoy loco por aprender a escribir guiones cinematográficos o cosas por el estilo. Y por supuesto, aprender a escribir de manera más seria, con nuevas técnicas. Estoy seguro que un día, mientras esté echado en el sofá pensando, me voy a decidir hacerlo.
F: Ha sido una muy buena conversación, para cerrar ¿alguna otra cosa que quieras decir?.
H: Sí claro. Gracias, siempre gracias. A todos... y al Ocio.