Carta Numero 1.
Hace un tiempo que no sé de tí. Nuestra historia parece un libro escrito por Cortázar.
Cuando me fui, la distancia no parecía tan larga como es ahora. Mis cartas rebotan contra la pared, o estarás tan despechada que no has podido escribirme de vuelta. Una de dos, supongo.
Las cosas por acá no han estado mejorando.
A medida que el tiempo pasa, seguimos hundiéndonos en la dictadura, y mi trabajo se hace cada vez más difícil. Hace unos días tuve que huir de las balas con el lápiz en la mano.
No te quiero preocupar con mis problemas. Me interesan más los nuestros: Te extraño. Te extraño tanto que aprendí a escribir cartas contra viento y marea, no importa donde esté siempre te escribo. Puede sonar egoísta, pero la guerra sería más sencilla si te tuviese a mi lado, y quisiera que por un instante todo se detuviera, como ponerle pausa a un juego de video, para poder aunque sea un segundo tenerte entre mis brazos.
Carta Número 2.
Me tienes contra la pared. Contra el piso, mejor dicho. Tu recuerdo me parece cada vez más lejano, y ha veces me pregunto si mi mente me juega sucio y tú eres producto de ese juego. He tenido noticias de que el servicio postal funciona a la perfección, como un misil ruso. Varios soldados han tenido noticias de sus seres queridos. Te sigo extrañando, quizás al borde de la locura. Pero mantengo las esperanzas de no ser alcanzado por alguna bala, para llegar sano a la casa, y así continuar todo lo que dejé empezado en nuestros corazones.
Carta Número 3.
Escribo desde el hospital. Tranquila, no me ha pasado nada. Me encuentro bien. Te escribo para decirte que lo más probable es que no vuelva. Seguro tienes tu vida hecha, seguro tienes un esposo que te esté abrazando mientras te ríes de esta carta. Estoy en el hospital porque conseguí una mujer de belleza increible, que con gran alma trabaja como enfermera en el hospital de campaña. Esta carta no es para decirte adiós, pues siempre te tendré conmigo en mis mejores sentimientos. Estoy orgulloso de nuestro amor imposible. Siempre lo estaré.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario