Carta de Amor

He decidido escribirte una carta de amor. Por supuesto nada cursi, y espero no sonar repetido.

Quiero comenzar diciéndote lo mucho que eres para mí. Cada día que paso a tu lado me enseñas que estar enamorado es lo más cerca que puedo estar del cielo. Los días están llenos de sorpresas y de detalles que me hacen sentir en un mundo irreal, en el que sólo tú tienes la llave. Me has enseñado a amar, o mejor dicho, juntos hemos aprendido a darlo todo por la otra persona y es tan maravilloso, que has sido tan buena profesora como alumna.

Estás en mi mente todo el tiempo, eso no lo puedo negar. Si tuviera que decidir entre perderte por completo o que formaras parte de mi cuerpo, le pediría al mundo entero que fueses un pulmón, porque estarías ahí siempre constante, demasiado importante, y además te llevaría todo el tiempo conmigo y estarías hasta el último momento.

Pienso en tí inclusive cuando no pienso en nada. Te beso mientras sueño, y sueño mientras te beso. Sueño en lo grande que siento por tí. Ese momento en que nuestros labios rozan es mágico. Tan simple como tenerte junto a mí, en ese momento estoy completo.

Al escribir estas líneas lo único que me provoca es escribirlas en tu vientre. Con un lápiz de seda, demorarme al escribir cada letra. Ponerme creativo y escribir mil cosas de tí. Pero me conformo con el papel, al menos por ahora.

Me vuelves loco tal como eres. Eres simplemente diosa (como la canción). Por ti lo doy todo y hasta más. Contigo para cualquier lado, estoy dispuesto a todo. Mientras más lo pienso, eres la mujer ideal, mi abecedario, mi cariño, mi niña, mi mejor regalo, tú.

Para cerrar, sólo dos palabras: Te Amo.