La urbe latina

Desde Antimano hasta la redoma de Petare.

Podría decirse que esos son los límites de Caracas. De extremo a extremo, por el oeste y por el este. Sin embargo, pienso yo, que la ciudad capital va más allá de esos lugares y que todo aquél nacido en este lugar, al irse a otras tierras, siempre conserva un pedacito de Caracas en el corazón.

Definición

Decirle a un extranjero lo que es mi ciudad es una tarea difícil. De hecho, requiere valentía el simple hecho de escribir acerca de ella. Yo diría que la Caracas actual es como una gigantesca olla (tipo mondongo) donde metieron muchísimos ingredientes. Unos que pegan y otros que no.

Preparación:

Las casitas en La Vega, La Bombilla, Casalta, etc. (entre otros), mezclelas con las quintas de la Lagunita y el Country Club. Añada 3 tipos musicales predominantes: la salsa, el merengue y el reggaetón. Cocine a fuego lento 3 distintas etnias: los negritos, los blanquitos y los caféconleche (indiecitos, campecinitos y afines). Añada desorden al gusto. Sirva en un plato hondo, muy hondo. Y buen provecho.

De las cosas bonitas

En el tiempo que tiene Caracas de fundada, le han ido agregando detallitos para hacerla más interesante, más cosmopolita. El primer lugar para visitar que se me viene a la mente es la Plaza Francia y su obelisco. Después de allí daría un par de vueltas por el Parque Rómulo Betancourt (o Del Este), sin antes pasar por alto al Centro de Arte la Estancia.

La siguiente parada sería en el Parque Los Chorros, de allí montarnos en la Cota Mil, dar un paseíto por Sabasnieves, para llegar, del otro lado, a la Casa Natal del Libertador, darle un recorrido a la Plaza Bolívar, un ligero toque en el Panteón Nacional y la Biblioteca Nacional, para emprender el camino hacia la Universidad Central de Venezuela, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Y concluir en El Hatillo, y su plaza Bolivar.

La Gente, calidad de exportación.

Cada región de Venezuela es famosa por algo. El Zulia por su gaita y su Chinita. Anzoátegui por sus costas. Bolívar por sus tepuyes. Si me preguntaran qué es lo famoso de Caracas yo diría que su gente. La gente que vive aquí es muy particular. Nos encanta una fiesta, una pachanga. Somos alegres, amables hasta cierto punto y con un grandísimo sentido del humor. No le paramos a las cosas que a veces tendríamos que pararle. Muchas veces queremos imitar lo extranjero y morimos en el intento. Otras veces, el ingenio caraqueño se ha impuesto y han nacido buenas ideas comerciales o culturales.

El caraqueño es sencillo por dentro, pero le encanta mostrarle al mundo lo que tiene y llegamos a vivir de las apariencias. Morimos por un buen perro caliente, una buena arepa o empanada. Somos trabajadores y luchadores de lunes a viernes, con excepción de los viernes en la tarde, donde la mitad de Caracas se paraliza para echarse unas birras. No pelamos un domingo para ir al centro comercial y la plata se nos desaparece más rápido de lo que debería.

En fin, somos caraqueños: una población que ha venido creciendo demasiado rápido y cada vez es más difícil conseguir un lugarcito en un vagón del Metro, en un autobús o en una autopista.

A pesar de todos los problemas que nos caen encima, como la inseguridad y la pelazón, nuestra escencia se ha mantenido, hemos sido y seremos.. calidad de exportación.

La urbe latina

Nací aquí y nunca he vivido en otro lugar. Es una ciudad donde el día a día es muy interesante. Qué importa si le cambian el nombre a guaraira repanosequevaina.. la gente seguirá portándose igual. Seguiremos siendo los mismos.

Caracas es una ciudad distinta para todo aquél que la habita. De lo que sí estoy seguro, es que aquí se puede conseguir todo lo que tu imaginación te permita buscar.